sábado, 5 de noviembre de 2011

ASCLEPIO, PADRE DE LA MEDICINA.


Apolo, dios supremo de la medicina y médico de los dioses, tenía el poder tanto de mandar epidemias con sus flechas como también de eliminarlas. Todos sus conocimientos médicos los trasmitió al Centauro Quirón.

Se dice que Asclepio nació en Tesalia, alrededor del 1.200 a.C. y que ejerció como médico en distintos lugares de Grecia, un periodeuta, que iba de polis en polis.

En la lengua del mito, la versión mas difundida de su nacimiento, es narrada por el poeta Píndaro: hijo producto de los amores de Apolo con Corónide, hija de Flejias rey de los Lapitas, pueblo que venció a los centauros (la razón vence al elemento salvaje ctonio).

Corónide, mantiene relaciones íntimas con el mortal Isquias, estando embarazada de Apolo, llevando a Asclepio en su vientre. Apolo, enterado por un cuervo blanco de la infidelidad, envía a Artemis, su hermana, diosa de la caza y de virginidad, que mata a Corónide con sus flechas en venganza por la infidelidad de la mortal. 

Apolo, mediante una cesárea sobre el vientre muerto de Corónide, saca a Asclepio y lo entrega al cuidado del sabio centauro Quirón quien le enseña el arte de la medicina. Por “alcahuete”, el pobre cuervo de plumaje color blanco, en adelante fue condenado a llevar para siempre el plumaje de color negro.

Otra versión cuenta que el niño fue abandonado en una cueva y con sus resplandores, atrajo la atención de un pastor quien lo entrega a Quirón.

La Hybris o desmesura Asclepio tenía el poder de resucitar a los muertos, hay 2 versiones del modus operandi. Un día en casa de Glauco, gravemente enfermo, observa que una serpiente se acerca peligrosamente a su amigo y con un bastón la mata. Inmediatamente, otra serpiente con unas hierbas en la boca resucita a su compañera muerta. Con estas hierbas, Asclepio resucita a los muertos, provocando una crisis demográfica en la Tierra y despoblando el Hades. 

Otra versión, quizás la mas difundida, relata que Perseo, hijo de Zeus y Dánae, con la ayuda de Hermes y de Afrodita, corta la cabeza de la gorgona Medusa y con la sangre de la vena cava derecha, que tenía propiedades salutíferas, procedió a resucitar a los muertos. De todos modos el resultado de esa acción fue que Hermes, en su versión de Psicopompo (conductor de almas) se queja a Zeus porque se "había quedado sin trabajo" quizás haya sido el primer desempleado. 

Hades, el hermano infernal de Zeus también se queja y el dios del rayo y del trueno no tiene mas remedio que tomar una medida ejemplificadora, fulminar al osado médico y elevarlo al rango de constelación en la de Ofiuco (cuidador de serpientes) Desde entonces Asclepio, es venerado como dios de la medicina.

Se lo representa con sus atributos, una vara de ciprés y una serpiente enroscada en ella, imagen que se conoce como báculo, instrumento mágico místico de sanación y de fortaleza ética en la cuál se apoya el médico. La hybris de ayer es el encarnizamiento terapéutico de hoy. Asclepio, Atenea y el Centauro Quirón. Había una amistad o simpatía entre Asclepio y la diosa Atenea; prueba de ello es que la diosa le entrega a Asclepio, la sangre salutífera de la vena cava derecha de la cabeza de Medusa, es decir el Pharmakón y se guarda el veneno, o sea la sangre del lado izquierdo de la cabeza. 

¿Por qué? Desde el psicoanálisis se intenta una explicación: ambos nacen de padres violentos, Zeus se traga a Metis, madre de Atenea y ésta nace armada de la cabeza de Zeus, con Hefesto haciendo “de partero”. Apolo, padre de Asclepio, manda matar a Coronis. Tanto Atenea como Asclepio, nacen de padres violentos y crecen sin simbolizar la figura paterna. Es decir, los límites del padre, y cometen desmesura en sus acciones. 

Tal vez una objeción a este argumento sea que Atenea como diosa, encarna ella misma la desmesura, una diosa no tiene los límites ni la ética ni las razones de los hombres. En cambio Asclepio, hijo de un dios con una mortal, es mitad humano y mitad divino. Quirón, hijo del dios Cronos y de la ninfa Filira (ninfa del Tilo), es inmortal, pero es mortalmente herido por una flecha envenenada arrojada por Heracles. 

Entonces ambos alumno y maestro, encarnan la tragedia de la carne, del vivir, del sufrir, de la finitud y del anhelo de la inmortalidad; ambos son metáfora de la tragedia del hombre y deben pasar por la ratificación carnal de muerte para alcanzar la inmortalidad.


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