miércoles, 14 de octubre de 2015

¿SABIAS QUE?... Perseo es el padre de la Civilización Persa.

La Mitología griega, fue y sigue siendo tan cotidiana, que la encontramos donde menos lo imaginamos. ¿Quien diría que un héroe de origen helénico tuviera una descendencia que con el tiempo se constituyó como el enemigo legendario de la Grecia Antigua, los Persas?

Todo inicia cuando la madre de la princesa Andrómeda, la reina Casiopea, habiendo presumido de que su hija era tan bella como las Nereidas, y provocando la furia de Poseidón, quien decidió inundar la tierra y enviar al monstruo marino Ceto para que acabase con los hombres y el ganado. Cefeo, padre de Andrómeda, sabía por el oráculo de Amón cuál era la única solución: entregar a su hija al monstruo. Para ello, la dejó vestida únicamente con unas joyas y encadenada a una roca.

El mítico héroe y semidios, Perseo, que tras matar a Medusa había recibido como obsequio de las Hespérides unas sandalias aladas, la vio encadenada y se enamoró de ella. Bajó hasta la playa para hablar con Cefeo y Casiopea para pedir la mano de la joven a cambio de acabar con el monstruo. Los reyes, a regañadientes, aceptaron y Perseo, con la cabeza de Medusa -que convertía en piedra a quién la mirara-, acabó con Ceto y lo convirtió en un coral. El héroe creía que su boda con la joven sería inminente, pero había un problema: la madre de Andrómeda había prometido ya a su hija con el príncipe Agénor, por lo que Perseo tuvo que luchar contra él y todo su séquito. De nuevo, utilizó la cabeza de Medusa y consiguió casarse con su amada.

La pareja se trasladó a Tirinto (Argos) y tuvieron una hija -Gorgófone- y seis hijos, conocidos cómo los Perseidas: Perses, Alceo, Méstor, Heleo, Electrión y Esténelo. Sus descendientes gobernaron Micenas desde Electrión hasta Euristeo -de quién obtuvo la corona Atreo-, pasando por el mismísimo Heracles. Según esta mitología, además, Perseo es el ancestro de los persas, Debido a que su hijo Perses se erigió como el primer gobernante del pueblo árabe, civilización que dio origen a una marcada era de sangrientas guerras contra los griegos, sobre todo en las afamadas Guerras Médicas.

Sófocles y Eurípides escribieron varias tragedias a partir de la historia y sus incidentes fueron representados en numerosas obras de arte antiguas. 

Las batallas de los griegos contra los Persas son míticas, entre las más conocidas, la de los famosos 300 guerreros de Leónidas, o los ancestrales combates con la dinastía del mismísimo Alejandro Magno.

martes, 29 de septiembre de 2015

HADES Y PERSEFONE... UN AMOR QUE FLORECE EN EL INFRAMUNDO


"ELLA TUVO EL FUNESTO DESEO DE ESTAR CON ÉL"... Virgilio.

Él… es el mayor de los hijos varones de los titanes Gea y Cronos. Hermano del poderoso dios Zeus, con quien junto con su otro hermano Poseidón, se repartieron La Tierra, quedándose con el inframundo, sus muertos, sus almas y sus riquezas. Su nombre Hades, significaba “El invisible”, en honor a los poderes del casco que le proporcionaron los Cíclopes durante la titanomaquia. También conocido con el nombre de Pluto o Plutón debido a su extraordinaria “riqueza” venida de los metales y minerales preciosos, extraídos de las profundidades de la tierra.

Debido a la antigua superstición, y a pesar de no ser conocido particularmente como un dios despiadado o cruel, nadie se atrevía a pronunciar su nombre y mencionarlo era impensable. «El innombrable», «el buen consejero» y «el hospitalario», eran algunas de las maneras de dirigirse a él…

Ella… es la única hija de Deméter y Zeus, considerada por algunas tradiciones como una deidad primaveral, de las cosechas, de las flores. Se le asocia siempre como “la doncella”, a lado de su madre, ayudándola en la cosecha de semillas, plantas, a pintar los campos, bosques y valles, de flores de aromas y colores.



Cuando Perséfone creció, poseedora de una belleza y un candor extraordinarios, varios dioses intentaron cortejarla, HermesAresApolo y Hefesto, pero ella rechazo a todos y cada uno de ellos, junto con sus regalos e intentos desesperados por ganar su amor.

 Su madre la mantenía apartada de cualquier hombre o deidad que quisiera acercarse, manteniéndola alejada del Olimpo, en lugares mucho más terrenales al cuidado de las ninfas. Lo que no tomó en cuenta la sobreprotectora madre, es que había un dios que frecuentaba más la tierra y sus profundidades que el propio Olimpo. Fue precisamente en un caluroso día, mientras Perséfone recogía flores, en compañía de sus ninfas, en el llano de Enna, en Sicilia -según el lugar más comúnmente admitido-. Se llevó a cabo el suceso que cambiaría su vida para siempre.

En medio de los prados, luego de un estruendoso crujido que cimbro el suelo, de entre las entrañas de la tierra se abrió una gran grieta de la que emergió un majestuoso carruaje oscuro tirado por temibles corceles negros, que era conducido por el propio dios del Inframundo, el magnífico y terrible Hades, cubierto por sombras oscuras. Las aterradas ninfas huyeron del lugar de inmediato, abandonando a Perséfone a su suerte, por lo cual, serían castigas después por Deméter, convirtiéndolas en sirenas.

El poderoso dios en persona, se acercó hasta la doncella, y de un solo movimiento se hizo de ella, subiéndola dentro de su carruaje, internándose en la gran grieta, desapareciendo con la joven, del mismo modo y rapidez con la que había aparecido.

Algunas tradiciones cuentan que Hades no habría querido hacer las cosas de ese modo, por lo que había hablado antes con Zeus para pedirle formalmente la mano de Perséfone, pero ambos sabían que Deméter no lo consentiría jamás, por lo que acordaron el rapto.

Y así sucedió, Deméter, después de buscar desesperadamente a su hija, sin éxito, por fin Helios, el sol que todo lo ve, al compadecerse de la madre, le contó lo sucedido, quien ni tarda ni perezosa acudió al padre de los dioses para que le pidiera a Hades, la devolución inmediata de la joven.

Zeus se negó. Ya que no se trataba de cualquier dios, sino del señor del inframundo, su hermano mayor, eso sin contar que muy probablemente estuviera de acuerdo con él y su plan de hacerse de Perséfone por la fuerza. Pero Deméter no estaba dispuesta a darse por vencida, y decidió abandonar sus deberes con la tierra, dejándola morir, sin cosechas, sin semillas, sin frutos, sin flores. La tierra agonizaba y Zeus no podía permitir semejante situación. Fue cuando el rey del Olimpo tuvo que intervenir, envió a Hermes de mensajero para que esta vez, le exigiera a Hades que dejara regresar a la hija con su madre.

Al principio, Hades trató de ganarse el amor de Perséfone con magníficos regalos, pero luego tuvo que pasar todo el día con ella, tratando desesperadamente de hacerla feliz. Hades incluso consiguió a un jardinero experto para hacer crecer un magnífico jardín para ella, lleno de sus árboles y flores favoritas. Si bien el principio, Perséfone no quería quedarse con él, y deseaba ser rescatada. Con el paso del tiempo, se fue enamorando poco a poco de Hades.

Después del mensaje de Zeus, enviado por Hermes, Hades quedó devastado ante la perspectiva de perder a su esposa, pero se vio obligado a someterse a la voluntad de Zeus. Sin embargo, en un último intento, Hades ordenó al jardinero engañar a Perséfone para que comiera seis semillas de granada, (un símbolo de fidelidad en el matrimonio y en otra versiones una fruta que ata al inframundo) por lo que ya no era posible dejarla marchar.  

Zeus mediador, entonces decretó una fórmula de compromiso: Perséfone pasaría cuatro (seis según otras fuentes) meses en la tierra con su madre, y el resto del año, permanecería en el mundo subterráneo, con su marido. Este relato explica la muerte y el renacimiento anual inherente al ciclo de la naturaleza: cuando Perséfone está ausente, Deméter está demasiado triste para realizar sus obligaciones, pero a su regreso, Deméter trabaja con renovado vigor.

La mayoría de la versiones cuentan que a pesar de la violenta forma en que Perséfone comenzó la relación con su esposo, ella lo ama, y ama todo lo que él significa; su mundo, su reino, incluso su oscuridad, convirtiéndose así en una digna monarca del inframundo, por lo que gradualmente, para la joven reina, parecía más una tortura el momento de regresar a lado de su madre, que su tiempo en el Inframundo. Y de todos es conocidos que Hades ama mucho a su mujer, y según él, Perséfone es más preciada para él que todas las demás riquezas.

jueves, 29 de enero de 2015

MANZANAS MITOLOGICAS.

En la mitología griega, la aparición de las manzanas doradas o manzanas de oro es recurrente. Tal vez se trate del equivalente simbólico del fruto prohibido en la hermenéutica bíblica, ya que la ingesta de estos frutos supone también la inmortalidad. Pero lo que nos interesa aquí son sus peripecias. 


En un episodio, Zeus organiza un banquete para celebrar las bodas de Peleo y Tetis, pero deja fuera de la lista de invitados a Eris, la diosa de la discordia. Acudiendo sin ser invitada, Eris deja caer una manzana dorada con la inscripción καλλίστῃ, “para la más bella”, y tres diosas (Hera, Atenea y Afrodita) la reclaman. Zeus propone que Paris de Troya decida quién debe ser su legítima propietaria. Cada una de las diosas ofrece a Paris un regalo: Hera le otorgaría el gobierno de toda Asia y ser el hombre más rico, Atenea le haría ganar todos sus combates y Afrodita le promete el amor de Helena, la mujer más bella del universo. Proponiendo tal vez una simetría entre dos tipos de belleza, Paris supone que la manzana de oro no puede ser adjudicada sino a cambio de una forma superlativa de belleza, y elige a Afrodita. Sin embargo, dado que Paris tiene que elegir entre el gobierno de un imperio, la victoria militar o el amor de una mujer, este episodio parece instaurar una dicotomía simbólica entre el poder y la belleza.


Este antagonismo entre el poder y la belleza aparece de manera más atenuada en otro episodio, filosóficamente más interesante. La bella Atalanta, molesta por la mirada incesante de los hombres cuando corre por el bosque según una versión, advertida de su desdicha por un oráculo si contrae matrimonio según otras, decide convertir en amante al pretendiente que haga prueba de una hazaña atlética. Desafía así a una carrera a cada uno de sus pretendientes: el ganador podría esposarla, pero todos los perdedores serían ejecutados. La derrota olímpica de Atalanta prescribiría así su unión en matrimonio, y su victoria, la posibilidad de dar muerte a su adversario. Su destreza atlética la protegía en su soledad anhelada: Atalanta superaba a todos los hombres. Ovidio estipula que la regla lúdica de Atalanta es tal vez dura, pero proporcional a la apuesta: “tan grande el poder de la hermosura es”. Hipómenes, que ya había visto a Atalanta aunque sin mirarla, se pregunta de manera irrisoria en el libro X de Las metamorfosis, “¿Puede alguien buscar por medio de tantos peligros esposa?”. Pero al verla sin su velo, comprende su belleza, comparando la piel de la doncella al marfil. Una enigmática traducción en español de este episodio resuelve una posible filiación entre la pulsión sexual y la pulsión poética con una fórmula astuta: Hipómenes, “elogiándola, concibe fuegos”.

Hipómenes sabe que no podrá derrotar a Atalanta con su simple destreza física; implora entonces la ayuda a la diosa del amor, Afrodita. Amargada del rechazo de Atalanta al amor, la diosa entrega a Hipómenes tres manzanas de oro procedentes de su manzano sagrado en Tamaso, Chipre -según Ovidio- del jardín de las Hespérides -según Servio-, sugiriéndole que las dejase caer durante la carrera para distraer a Atalanta. Así procede Hipómenes; Atalanta, quiere recogerlas en vano; cuando la tercera manzana de oro rueda por el bosque, Atalanta se detiene y, hechizada por su belleza, no puede alcanzar a su adversario. Hipómenes gana así la carrera y la mano de Atalanta.


El Jardín de las Hespérides es otro famoso mito manzanero, en que el huerto de Hera en occidente, donde (según la fuente) crecían en un solo árbol o una arboleda manzanas doradas que otorgaban la inmortalidad. Como medida de protección adicional, Hera ubicó en este jardín un dragón de cien cabezas que nunca dormía llamado Ladón. El undécimo trabajo de Heracles fue robar las manzanas de este jardín.

miércoles, 21 de enero de 2015

EL OLIMPO DE LOS DIOSES

Grecia es un país montañoso rodeado por el mar.
El monte más alto de Grecia es el Monte Olimpo, con 2.917 metros de altitud. Sus paredes de roca muy escarpadas hacen casi imposible escalarlo. Tan alto es que casi no se puede ver la cima, siempre rodeada por nubes.
Es el lugar donde habitaban los dioses griegos y romanos. Con este nombre se conocían en la antigüedad al menos seis montañas, situadas en Tesalia, Macedonia, Misia, la Élide, en Arcadia y en Cilicia. Durante una época, los griegos situaron la morada de los dioses en el monte que se hallaba en Macedonia, siendo el monte heleno más alto, rozando los 3000 m. de altitud. Más tarde pasaron a pensar que la mansión de los dioses se encontraba en el cielo.
Allí, en la cima del Olimpo, que significa "El luminoso", tenían su palacio los doce dioses más importantes de los griegos.
El palacio había sido construido por los Cíclopes, criaturas gigantes con un solo ojo en medio de la frente. Se dedicaban a la construcción según las reglas del arte y a la herrería. Los Cíclopes eran muchos pero los más importantes eran tres: Arges, el que brilla, Brontes, el que truena y Estéropes, el que da el rayo. Además de construir el palacio en el monte Olimpo, ellos forjaron los rayos de Zeus y son los que le regalaron el trueno y el relámpago.
El palacio estaba construido como los palacios de los reyes. Es decir que era muy grande y fastuoso. Tenía muchos jardines, y dentro del palacio había lujosos condominios para que cada uno de los dioses viviera cómodamente y un salón donde se reunía el Consejo para discutir los problemas de los hombres: a qué ejército iban a permitir ganar una batalla o a qué Rey iban a castigar, pero la mayor parte del tiempo peleaban y discutían entre ellos, siempre en aras de decidir el destino de los mortales.


Se sabe que el Olimpo era casi por todas partes infranqueable y esta montaña fue considerada por mucho tiempo por los antiguos como una frontera que separaba Tesalia de Macedonia o si se prefiere, Grecia del continente europea más septentrional. Una "montaña de la cual las nubes se envuelven en torno a la cumbre". 

El monte Olimpo se extiende, en el norte de Grecia, cerca de las costa Egea, cerca de Tesalia y Macedonia. El Olimpo es una montaña de apariencia masiva, ascendiendo precipitadamente a lugares y bordeado de amplios, barrancos. Densamente enselvado en su parte inferior, su parte inferior, su extensa cumbre rocosa está cubierta de la mayor parte del año...

 Puesto que su cumbre permanece oculta a los mortales por las nubes, el Olimpo es un lugar recóndito que los dioses griegos habían elegido, tras eliminar a los titantes Ophion y Tifón, como su domicilio para pasar tiempo festejando (su bebida favorita es el famoso néctar y ambrosía que ellos consumen para volverlos inmortales servidos por Hebe y Gaunimides) y para contemplar el mundo. 

Homero describe este lugar como un sitio ideal y pacifico aislado de las inclemencias como la lluvia, la nieve o el viento, donde los dioses podían vivir en una perfecta felicidad. Había domicilio después de haber eliminado a los Titanes, a Ophion y a Tifón. 

miércoles, 14 de enero de 2015

ARMAS Y ATRIBUTOS DE LAS DIOSAS II


Las Diosas, al igual que los Dioses, cuentan con funciones especificas en el Olímpo para contribuir a regir la tierra y sus intereses. Por lo que poseen también atributos propios para llevar a cabo su divina tarea; 

De las diosas principales se encuentra Hera (Juno), consorte de Zeus (Jupiter) y por lo tanto protectora del matrimonio. La Tiara real es su principal atributo, así como el Pavo Real, el animal que mejor la representa.

Atenea (Minerva), hija de Zeus, Diosa de la sabiduría y de la guerra defensiva, así como de alguna artes técnicas. La lechuza es el animal que siempre la acompaña. El olivo quien la representa. El casco y el escudo con la gorgona medusa, impresa en el centro, son parte de su armamento y protección continua.

Démeter (Ceres), diosa de la agricultura, es representado por las espigas y la hoz.

Afrodita (Venus), hija de Zeus, y en otra versiones de Cronos, diosa del amor y la belleza femenina, cuenta con la paloma como el animal que la simboliza, la concha de mar debido a su nacimiento y la manzana como su fruta representativa, en honor a la que le fue otorgada, con el título "a la más bella" por el héroe Troyano, París.

Artemisa (Diana), hija de Zeus, y diosa de la naturaleza y los animales salvajes, así como de la caza. La luna forma parte de sus atributos, generalmente es acompañada de un cervatillo, y el arco y el carcaj son sus armas.

Hestia (Vesta), Es la diosa del mar y el fuego patrio. La antorcha es su atributo y símbolo.

Iris (Iris), Comparte con Hermes sus funciones de enviado de los dioses, en especial de Zeus y su esposa Hera. Simboliza el arcoiris y en general la unión de la Tierra y el Cielo.

miércoles, 7 de enero de 2015

ARMAS Y ATRIBUTOS DE LOS DIOSES I

El águila, el caballo, el cervatillo, La lechuza, el pavo real, etc. Fueron considerados animales sagrados en épocas elenicas, ya que eran simbolismos de los mismísimos Dioses y Diosas, así como sus poderosas armas con las que se valían para regir la tierra.   

Al mando de Zeus, Padre de los Dioses, cada uno se encargaba de tareas especificas que ayudaban al equilibrio de la tierra, por lo cual contaban con atributos propios y armas distintivas que a continuación mencionaremos;

El gran Zeus (Jupiter), el dios supremo, quien gobierna el cielo y sus fenómenos atmosféricos, era representado la mayoría de la veces en el trono y con el cetro. El animal que lo distinguía es el Águila, como parte de su símbolo, y el rayo, asignado por los cíclopes durante la guerra en contra de los Titanes, es su poderosa arma.

Poseidón (Neptuno), hermano del monarca Olimpico es el Dios del mar y las aguas, así como de la tierra en movimiento de la superficie y de los terremotos. El animal que lo distinguía era el caballo, y su arma el Tridente, obsequio también de los Cíclopes.

Hades (Plutón), tambien Hermano de Zeus y dios del Inframundo, los muertos, las riquezas. Parte de sus atributos son el ciprés, el gallo como animal distintivo, así como el mítico Can Cerbero, perro de tres cabezas que custodia la entrada del mundo subterráneo. La aportación de los Cíclopes para Hades fue el Casco de la invisibilidad.

Apolo. hijo de Zeus, es el dios de la adivinación, las artes, la medicina y el sol. Su simbolo principal es el Sol, y sus atributos son la lira y el laurel, sus armas son el arco y la flecha.

Hefesto (Vulcano). Hijo de Zeus, Dios del fuego artesano, la técnica y los metales. Su atributos son la fragua donde funde sus metales, y como arma lo caracteriza el martillo que tembien ocupa como herramienta de trabajo.


Ares (Marte). Dios de la guerra y la muerte violenta. El casco armadura y todo tipo de armas bélicas lo caracterizan, principalmente en el campo de batalla. 

Dionisio (Baco). El dios el vino, los banquetes, de la fiesta, el teatro y todo tipo de excesos. La vid, la hiedra, el tirso y la pantera, son parte de sus atributos.

Hermes (Mercurio). Dios mensajeros de los dioses, protector del comercio, y ladrones. Se representaba con sombrero y sandalias aladas que solo él poseía. Y el caduceo era su arma representativa.