La mitología griega fue la que sustentó todo el conocimiento filosófico, presocrático, matemático, etc. de la historia griega hasta el momento de su sustitución por el logos o conocimiento racional. Los dioses eran los que movían los cables del mundo, y todo era gracias a ellos; el origen del mundo origen del mundo.
Los doce más conocidos habitaban en el Olimpo, "lugar de dioses", y pertenecían a una misma progenie. El Olimpo era un enorme palacio vislumbrado entre las nubes encima del monte del mismo nombre. El dios padre, Zeus, era el que gobernaba sobre todos los demás, junto a Hera, la diosa madre. Siete escalones conducían hasta el gran trono imperial del gran dios. Con la ayuda de sus dos hermanos, Hades y Poseidón, Zeus había hecho mortal y después asesinado a su padre, Cronos, apoderándose así de su posición. Los tres hermanos se repartieron a suertes la inmensa herencia; Zeus obtuvo el cielo, Poseidon el mar y por último, Hades consiguió el mundo subterráneo.
En cada escalón se situaban un dios en el lado de Zeus y una diosa en el lado de Hera. Así pues, Poseidón ocupaba el segundo trono más grande, justo frente a su hermana Démeter, diosa de la tierra, las estaciones... Su hija
Perséfone fue secuestrada por Hades y obligada a permanecer junto a él en el mundo subterráneo. Esto encolerizó a Deméter que acabó con las cosechas hasta que llegaron a un acuerdo entre los dioses, 6 meses con Hades, y 6 meses con la diosa tierra, su madre, es decir cuando Perséfone permanecía en el mundo subterraneo Démeter estaba abatida, y entonces nada brotaba ni florecía (EL INVIERNO), por el contrario cuando Persefone volvía a lado de su madre, todo era prosperidad, color y armonía (LA PRIMAVERA) dando asi paso a las estaciones.
Al lado de Poseidón se sentaba Hefesto, hijo de Zeus y dios de los orfebres, herreros, albañiles... Al otro lado del escalón se encontraba Atenea, diosa de la sabiduría que había enseñado a Hefesto a manejar los útiles. Tanto Poseidón como Zeus se atribuían la paternidad de esta diosa, sin embargo ella sólo aceptaba como válida la del último, puesto que consideraba muy estúpido a Poseidón. La lechuza, su símbolo, ha perdurado hasta la actualidad como representante de la sabiduría.
Al otro lado de Atenea se sentaba Afrodita, diosa del amor y la belleza. Se desconoce quienes eran sus padres. El viento del sur afirma haberla visto nacer de una concha, en mitad del mar, como si se tratase de una perla, y que la había conducido hasta la tierra. Zeus consideró a bien casarla con Hefesto, su hijo más trabajador, sin embargo ella lo tomó como una desgracia. Frente a ella se encontraba Ares, el alto, presumido y cruel hermano de Hefesto, del cual Afrodita estaba enamorada.
Frente a Apolo se situaba su hermana gemela Artemisa, diosa de la caza y de las chicas solteras,de quien Apolo había aprendido el arte de la medicina. Artemisa odiaba la idea del matrimonio, aunque cuidaba atentamente de las madres como función natural humana. Si un mortal la veía desnuda, ella lo convertía en ciervo inmediatamente, dándole caza.
El último de la fila era Hermes, dios de los banqueros, ladrones, comerciantes, adivinos y heraldos. Una de sus grandes atribuciones fue la invención del alfabeto. Por último, frente a él se hallaba Hestia, la hermana mayor de Zeus, diosa del hogar. Se encargaba de cuidar de la familia, de alimentar "el fuego del hogar".
Había más dioses que habitaban en el Olimpo. Incluso tenían un portero, Heracles, también conocido como Hércules, una especie de equivalente a San Pedro en el cielo cristiano.
Los dioses del Olimpo saciaban su sed con Néctar, la vida, una bebida dulce hecha a base de miel fermentada, y se alimentaba de ambrosía, que les proporcionaba la eternidad.
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